El
penalista argentino Carlos Fontán Balestra, considera que la Antropología
criminal comprende la Psicología y la Psiquiatría criminales, ya que estudia al
delincuente en su totalidad psicofísica. Sin embargo, la Psicología criminal se
ocupa del estudio del delito como un acto en el estado normal del hombre dentro
de las regularidades de su vida psíquica, dejando el estudio de lo anormal y de
los anormales para el campo de la Psiquiatría.
Pilippo Grispigni considera que para cometer un delito es necesario que
el delincuente esté en condiciones psiquiátricas defectuosas o irregulares,
sean permanentes, transitorias o excepcionales (el individuo normal
psíquicamente no delinque).
Por defecto psíquico no sólo se entiende la locura
sino cualquier imperfección por leve que sea, como la deficiencia del
sentimiento moral. El defecto psíquico incide en la esfera intelectual, en la
esfera sentimental y en la esfera volitiva, que es lo que denomina “Poligénesis
psíquica del delito”.